Diario La Exitosa, 7 de Agosto 2016.

Máximo Crecimiento

Lograr un máximo crecimiento o un máximo beneficio y pensar que esto puede ocurrir con un chasquido de dedos, suele ser una ilusión que cruza por la cabeza de algunos emprendedores, sin embargo, lograr este objetivo no es tan sencillo y requiere de muchos factores que deben coincidir en nuestro camino a convertirnos en empresarios. En esta oportunidad te invito a que reflexionemos sobre este tema y veamos qué está pasando en el mundo.

Hablando en términos de mecanismos empresariales este máximo crecimiento puede suceder de diversas formas, y las que más se han observado en las últimas décadas es a través de reorganizaciones empresariales (fusiones, adquisiciones, escisiones), a través de las cuales una empresa se une a otra o compra a otras empresas, o también una empresa decide dividir o partir sus líneas de negocio para un mejor desempeño; otra forma son las concesiones de tecnología, diseños, marcas y patentes, franquicias, Joint-Venture, outsourcing vs. downsizing (recorte de personal) entre otros.

Actualmente he tenido acceso a algunos estudios, que señalan que la teoría económica clásica por mucho tiempo ha venido considerando como el objetivo principal de las empresas la obtención del máximo beneficio o máximo crecimiento, sin embargo, hoy en día esta consideración de tener como objetivo el máximo beneficio ha entrado en cuestionamiento; ya que habrían nacido nuevos objetivos dentro de las empresas, que han desplazado y han hecho perder terreno a la idea del máximo beneficio; algunos de éstos son:

1.- Objetivo de crecimiento y de poder de mercado.
2.- Objetivo de estabilidad y adaptabilidad al medio.
3.- Objetivos de naturaleza social o de servicio a la colectividad.
4.- Objetivo de permanencia y presencia ante oportunidades que surgirán a través del tiempo.

Así mismo, el concepto de máximo beneficio también habría entrado en cuestión debido a que, al profundizar en el concepto de beneficio se ha comprobado que, para medir exactamente el beneficio de una empresa, ESTO SÓLO PODRÁ SER CONOCIDO AL FINAL DE LA VIDA DE ÉSTA, es decir en el momento en que la empresa deja de existir. Sin embargo, como ya es conocido por todos, por muchas razones, sobre todo tributarias, las empresas están obligadas a organizar y declarar de manera periódica los beneficios que produce su negocio, generalmente con carácter anual. Y es justamente esta periodificación de la información acerca de los beneficios, la que ha resultado ser una de las principales causas de la crítica que se hace hoy en día, al beneficio como única medida o la más importante sobre el comportamiento de una empresa.

La tasa de mortalidad de emprendedores es que de cada 3 que inician un emprendimiento sólo 1 logra celebrar su primer año de aniversario, quedando en el camino, en promedio a los 6 meses, la mayoría de emprendedores; considero que uno de los factores que origina esta tasa de mortalidad, es justamente que la única medida que se toma en cuenta, es la medida del máximo beneficio o por llamarlo de algún modo la obtención de ingentes utilidades, las cuales al no verlas realizadas simplemente como se dice criollamente “tiro la toalla”; y es que como decíamos al iniciar el presente artículo, se trata de muchos factores que deben coincidir en el camino a convertirnos en empresarios y pues por supuesto el rendimiento económico o desempeño económico no es el único factor a tomar en cuenta. Creo que para tomar la decisión de abandonar nuestro emprendimiento existen muchas otras razones que deben tomarse en cuenta, sobre todo el estar claro en la idea de qué te llevó a convertirte en emprendedor, ya que en la mayoría de experiencias que he conocido los motivos son diversos y son pocos los casos en los cuales el máximo beneficio económico es el único o más fuerte motivo que los llevó a convertirse en emprendedores.