Diario La Exitosa, 29 de Enero 2017.

¿IMPROVISAR O PLANIFICAR?

Te ha pasado que de pronto te dicen: ¿Qué clase de emprendedor eres si no tienes un plan? No tienes las pautas de la ruta a seguir de tu negocio, así no irás a parar a ningún lado; Y luego sucede, que todo va ocurriendo con normalidad, tu negocio sigue funcionando y te preguntas, ¿Cómo era aquello que me decían sobre la planificación? Y te quedan muchas dudas sobre este tema, porque asististe a cuanta capacitación se presentaba ¿Qué crees? ¿planificación y más planificación?; incluso secretamente te cuestionas el no elaborar o no contar con un buen plan de negocios para tu emprendimiento.

¡Pues bien hoy revisaremos este tema y veremos a donde llegamos!

Cuando planificamos intentamos realizar una previsión de lo que puede ocurrir, una especie de ejercicio de anticipación, y en los negocios sería en primer lugar trazar los objetivos anuales y/o por quinquenio, lo cual debería estar graficado en estados financieros proyectados, los cuales puedan incluir la planificación del pago de deudas y un planeamiento estratégico con metas explicitas de ventas y sobre todo, el cómo lograremos todo aquello que quedará plasmado en nuestro Plan de Negocios o Business plan; Y hasta aquí, sólo de mencionar tantas cosas bonitas para nuestro negocio pues me dan ganas de ponerme a trabajar ya mismo en mi plan.

Entonces, como decíamos el principal objetivo de un Business plan es prever, anticipar y mitigar los potenciales riesgos que pueden asomar en el camino.

Por el contrario en la improvisación se suele percibir como un salto al vacío, un salto a la nada, algunos la ven como la libertad anhelada, por el poder de decidir a cada instante lo que sea que haya que hacer; del mismo modo, esta capacidad de improvisar es valorada en el arte, en el teatro y en muchos otros como la música, de lo cual por ejemplo el músico compositor Charlie Moreno nos dice: “La mejor definición que he escuchado sobre la improvisación en la música es cuando me dijeron que es la reorganización espontánea de un material previamente estudiado”.

Por otro lado, el Dr. Jorge Canales, Docente Universitario de larga trayectoria nos dice: “A lo largo de mi carrera he escuchado muy buenos discursos planificados, pero los mejores que he escuchado han sido improvisados”. Ante tal testimonio, me pregunto y te pregunto ¿será que detrás de toda buena improvisación hay una planificación?

Pues quizá SÏ o quizá NO, este dilema ha sido largamente abordado por muchos escritores e investigadores, quienes sugieren que la clave está en advertir a tiempo o darnos cuenta qué es lo que merece la pena decidir planificar o improvisar, sugieren que cada uno debe encontrar su propio equilibrio sobre planificar e improvisar de acuerdo a sus necesidades y expectativas.

Es por ello mi querido emprendedor que quizá la mejor idea sea que nos miremos y miremos nuestros negocios, observando con detenimiento en primer lugar, qué perfil tenemos, qué es lo que preferimos, si nos inclinamos por la planificación o por la improvisación, respóndete esto con libertad y sin temor a ser juzgado; a partir de ello estoy segura que se abrirán grandes posibilidades, para tomar los beneficios y ventajas que nos trae la planificación así como la improvisación, teniendo en cuenta que cada situación, contexto, mercado, sector económico es distinto, por ende la observación resulta primordial para saber e intuir cuando vamos por el camino de la planificación, cuando vamos por el de la improvisación o cuando interactuamos con ambos, desde ambos o a partir de ambos.