Querido emprendedor, ya con el solcito que asoma la primavera que nos calienta el corazón y el alma, quiero invitarte a que hoy nos atrevamos a mirar y escuchar nuestro corazón emprendedor.
Y te preguntaras ¿qué significa esto?, ¿por dónde empezamos? pues te propongo empezar por reconocer a nuestro corazón emprendedor, como una parte esencial de nosotros que influye en la toma de decisiones y futuro de nuestros negocios.
No te ha pasado que a veces te encuentras en una incertidumbre y no sabes qué paso dar o qué es lo más adecuado para tu empresa, los miedos y las dudas te invaden, y pasan los días y esto no cambia, parece que estuviéramos en una parálisis momentánea en la cual no se nos ocurre nada, y lejos de que lleguen las ideas más bien rondan muchas otras ideas de los peores escenarios que podríamos enfrentar y no vemos cerca ninguna posible solución.
Una de las cosas que sucede frecuentemente con los emprendimientos es que nuestra oferta aún no es conocida por el mercado y con ello, las ventas son muy bajas o algunas veces nulas, y esto nos produce angustia y preocupación ya que para estos momentos es donde tiene crucial importancia escuchar a nuestro corazón emprendedor, escuchar que nos dice, tomarnos el tiempo de conectarnos con ese espíritu guerrero que en algún momento nos llevó a tomar la decisión de emprender.
Hace poco un lector me pregunto algo similar, me dijo: aposte por venderle al estado y no veo convocatorias, toda mi inversión esta parada, no tengo ingresos y las obligaciones no tardan en llegar me siento desesperado, entonces le dije:
1.- Recuerda que cuando realizamos un emprendimiento, si bien es cierto el capital no es lo más importante o indispensable; sin embargo, LOS CLIENTES SÍ LO SON porque son ellos quienes nos generan los ingresos para el mantenimiento de la operación de nuestra empresa; y si actualmente no tienes clientes por parte del estado, que era tu expectativa, pues no tienes otra alternativa que buscar otro tipo de clientes, reinventarte y reinventar tu oferta al mercado, mientras se ajusta el mercado y puedas acceder a concursar y aplicar a contratos con el sistema estatal, recuerda que estamos con un nuevo presidente y la reactivación de la economía estimo yo, tomará por lo menos un año.
2.- Mientras eso sucede, tú tienes que vivir y pagar cuentas, es por ello que NO puedes poner todos los huevos en una sola canasta, o confiarte de un solo tipo de ventas (ingresos), sino más bien, tienes que tener otras opciones a fin de que no quedes en el camino o te encuentres en quiebra y todos te empiecen a mirar mal. Cuando pasa esto, es allí donde nos da soporte el capital inicial, ya que no siempre vamos a tener los ingresos proyectados de manera permanente y mucho menos de forma estable, pero si no hay capital y todo el dinero que ingresa a mi empresa me lo gasto, es decir NO AHORRO NADA, pues el riesgo de que termine frustrado es mayor, y con todo lo que implica no cumplir o cumplir parcialmente tus obligaciones mensuales.
Todo esto que te está pasando, aunque no lo creas NO ES MALO, al contrario, es muy bueno porque te está enseñando, en primer lugar, a diversificar tu oferta al mercado, a entender que el capital aunque no sea lo principal, es importante para dar un soporte en tiempos de cólera, como el que estás pasando.
Esfuérzate y toma este momento como una oportunidad para tu crecimiento como emprendedor, aunque ahora todo parezca oscuro, muy pronto tendrás claridad, y sabrás por cual camino seguir, TEN LA VALENTÍA DE ESCUCHAR A TU CORAZÓN DE EMPRENDEDOR, que sabe muy bien qué debes hacer en estos momentos y qué decisiones tomar.
Ya decía el Principito: ¡sólo se ve bien con el corazón!
¡Hasta la próxima querido lector!
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