Diario La Exitosa, 20 de Noviembre 2016.

ESTRÉS EMPRENDEDOR

Hoy en día se escucha mucho sobre el estrés y sus consecuencias; imagínense ustedes que si el estrés se presenta en personas con empleos convencionales; pues en los emprendedores la situación es mucho más crítica por los altos niveles de exigencia que significa poner un negocio en marcha. Existen estadísticas que indican que de cada 10 emprendedores 9 padece de estrés y no se da cuenta o no sabe cómo gestionarlo. Lo cual eventualmente puede resultar fatal en muchos casos.

Entonces no eres un trabajador o un auto empleado, ni un jefe o gerente, sino que eres un EMPRENDEDOR y sobre ti recae toda la responsabilidad de la continuidad del negocio, de que los productos y/o servicios se vendan, que logres cumplir con tus obligaciones mensuales y objetivos trazados; ya que al contrario de un trabajador convencional; nadie te asegura un cheque a finales de mes; toda esta presión termina por agobiarnos y generar el “ESTRÉS EMPRENDEDOR”.

De acuerdo a una estimación realizada por nuestra empresa a un grupo de 50 emprendedores en diversos sectores económicos; el horizonte de tiempo promedio empleado en el arranque de sus negocios ha sido de 02 años, tiempo en el cual destinan largas horas de labor a su emprendimiento llegando a ocuparse entre 15 a 18 horas diarias en la empresa de lunes a domingo. Muchos de ellos incluso mencionaron que era algo normal ese lapso de tiempo y que todo emprendedor debe estar dispuesto física y emocionalmente a enfrentarlo; es decir lo decían con orgullo. Algunos de ellos también mencionaron que, en el transcurso de la vida del negocio, puede volverte a pasar que tengas que enfrentarte a un nuevo período de emprendimiento, ya sea por nuevos proyectos o porque necesites reflotar o dar un giro a tu empresa; en cualquier caso, debes estar dispuesto a asumir estos altos niveles de exigencia; ya que de lo contrario no se lograrán los objetivos trazados.

Ahora la pregunta es ¿Cómo hacemos con nuestra salud? y ¿Cómo hacemos con nuestra vida personal? ¿Y nuestra vida familiar? incluso nuestra vida social; solo de escuchar estos testimonios pues no se ve muy atractivo ser emprendedor o por lo menos esos primeros años de estrés que aparentemente son inevitables y que nada nos garantiza que esa alta inversión retorne de alguna manera e incluso que pueda generar beneficios de cualquier índole.

Pues bien, a estos mismos emprendedores les hemos preguntado sobre cómo hacen para gestionar su estrés y nos dijeron que no existe una única forma de gestionarlo, que la única fórmula para ello que es NO hay una formula; que lo vital es ser consciente de que estaremos sometidos a estos altos niveles de exigencia, cansancio y fatiga, sobre lo cual debemos permanecer alertas y ser nosotros mismos quienes busquemos y generemos “nuestras propias válvulas de escape”; ante toda esta situación ya que de lo contrario podemos colapsar y con ello todo el impacto que esto puede significar a nivel personal, económico y familiar.