Diario La Exitosa, 27 de Agosto 2017.

EL ENCANTO DE SER EMPRENDEDOR

Nuevamente nos encontramos en este espacio mi querido emprendedor y esta vez quiero compartirte algo que me pasó mientras visitaba a mis clientes en durante la semana. Es curioso que muchas veces antes de decidirnos a emprender pasamos por muchos momentos de incertidumbre y duda, acerca de cómo hacerlo o en qué momento poner en marcha nuestro proyecto de negocio y una vez que ya dimos el primer paso, pues nos embargan de igual manera más dudas e incertidumbre, pero esta vez, por llevar la responsabilidad o el peso de ser los nuevos del barrio, aquellos a quien nadie conoce y que además están empezando a dar a conocer su oferta al mercado; esto muchas veces puede resultar abrumador e incluso nos puede atrapar e intimidar, dejando de lado la maravilla que puede significar el nacimiento de algo nuevo y más aún ser joven o lo que significa ser pequeño y estar empezando a abrir un camino.

Y es aquí en donde quiero invitarte a que veamos algunas diferencias y destaquemos lo que significa ser una empresa grande y lo que significa ser una empresa pequeña; si bien es cierto una empresa grande, tiene experiencia, trayectoria y reconocimiento en el mercado; pues una empresa pequeña tiene la fortuna de ser joven y como tal tener la energía y vitalidad que su reciente nacimiento le otorga, cuando aún somos pequeños pues existe el privilegio de que los mismos dueños o gerentes atiendan directamente a los clientes, los visiten, los escuchen, que se entreguen productos personalizados ajustados a la necesidad exacta del cliente que apuesta por nosotros. Sin embargo, cuando ya eres una empresa grande pues de ninguna manera aunque quisiera no te podrá atender el dueño y el gerente porque ante tantos clientes que tiene le resulta dificultoso poder atender a todos, de igual modo la eficiencia en la presentación de sus productos o distribución no es tal, como cuando eran una empresa pequeña; y esto que les cuento lo pueden verificar con los testimonios de las propias empresas grandes como también de sus clientes, quienes han podido percibir los cambios en la evolución y desarrollo de las empresas.

De igual modo a una empresa pequeña, le es más fácil generar cambios, aplicarlos interiormente y luego lanzarlos al mercado, ya que no tienen mucho personal, estructuras rígidas, ni requieren de aprobaciones que les impidan tomar decisiones de manera rápida, esto resulta ser una tremenda ventaja en cuanto a flexibilidad y capacidad de adaptarse a los cambios que se puedan suscitar en el mercado, que en definitiva a una empresa grande le resulta muy difícil; Y esto por supuesto también está relacionado a que cuando somos pequeños trabajamos con un sentimiento de familia, ya que los pocos colaboradores o trabajadores de la empresa son tratados como miembros de una familia y el sentimiento que nos une es muy fuerte; lo cual redunda directamente en la atención personalizada y distinguida que una empresa pequeña le da a su cliente.

Creo que muchos de estos aspectos podrían ser tomados en cuenta por las grandes organizaciones, y sobre todo por los compradores de servicios y productos por excelencia como es el Estado por ejemplo, al momento de convocar o seleccionar a sus proveedores, ya que estos aspectos actualmente no son tomados en cuenta y de ningún modo merituados en los sistemas de contratación.

Entonces mi querido emprendedor si nos dejamos atrapar por las dudas y la incertidumbre de ser el nuevo del barrio, nos podemos estar perdiendo el encanto de ser emprendedor que tiene sobre todo, desde mi mirada, el privilegio de ser un servicio o producto, lleno de energía, vitalidad y frescura por encontrarnos en el comienzo, en el inicio de lo que será ahora nuestra vida, nuestra empresa y nuestros sueños. Te invito a que disfrutes este camino paso a paso, ya que es un encanto ser emprendedor y sobre todo un momento especial y único en la historia de nuestra empresa.