Diario La Exitosa, 23 de Julio 2017.

¿SERÁ MI EMPRESA UNA ESPECIE DE SOCIO QUE MERECE BENEFICIOS?

Hola mi querido emprendedor, nos volvemos a encontrar y esta vez quiero que toquemos un tema que resulta central en nuestros emprendimientos, y que ciertamente suele ser invisible, ya que solemos pensar que los únicos que merecen recibir beneficios en un emprendimiento son los socios que la fundan y que aportan el capital para la creación de la empresa; sin darnos cuenta que al momento de hacer estos aportes damos nacimiento a un nuevo ser. Un ser que merece atención, cuidado, presencia y también por supuesto que le compartamos beneficios de lo que se va generando en el ciclo productivo del negocio, ya que es una persona distinta a los socios, motivo por el cual las leyes la denominan PERSONA JURÍDICA, quien paradójicamente solo responde hasta el monto de su capital social, quedando liberados los accionistas de responder con su patrimonio personal frente a compromisos con terceros.

El año pasado en un artículo que denominamos “Pacto de Socios”, les conté sobre una conversación que tuve con un emprendedor y que hoy la traigo aquí con la finalidad de que podamos reforzar una idea, aquí va:

“…y conversé con el Sr. Víctor, quien es emprendedor del área de servicios, pero que por el momento tiene sus actividades suspendidas ya que se encuentra estudiando y capacitándose para los proyectos que tiene a futuro con su empresa. Entonces él me cuenta y me dice: “Liceth yo tuve una empresa y allí tuve un socio, y lo que hicimos inicialmente es que nos repartíamos las ganancias 50% y 50%, para cada uno, teníamos varios clientes del sector privado y no nos faltaban contratos, entonces ni bien se realizaba un ingreso de efectivo por la venta de un servicio, pues nos repartíamos el dinero; sin guardar reserva alguna, ni tampoco pensar en la empresa; con el tiempo fuimos teniendo otras demandas de servicios, pero que requerían realizar inversiones que excedían nuestra capacidad financiera patrimonial personal; y fue allí donde me di cuenta que había obrado mal, ya que desde un inicio debí asignar un porcentaje también para la empresa, para que de esta manera podamos ahorrar y estar preparados frente a cualquier oportunidad de crecer en nuestros servicios”; ante este relato le pregunté, oye Víctor y luego de esta experiencia que has vivido cuánto crees tú que debería ser ese porcentaje para la empresa?; y él me contesta; “pues yo creo que a la empresa se le debe asignar por lo menos el 50% de todo lo que ingresa a fin de que pueda ahorrar y cubrir sus gastos”; osea que me quieres decir que si ingresa S/ 1,000.00, la empresa debería recibir S/ 500.00 Soles; y me contestó: ASÍ ES...”

Como podrás ver mi querido emprendedor, una empresa no es únicamente, un medio para beneficiar a uno o más socios, y claro que está muy bien que los socios ganen dinero; sin embargo, tampoco es un medio para subsistir o un lugar donde estar porque no consigo trabajo; una empresa es una entidad, que nos permite multiplicar esfuerzos y vivir en comunidad, realizando trabajo en equipo; pero para ello debemos estar dispuestos a desprendernos de egoísmos y estar dispuestos a dar, tal como lo ha mencionado el Sr. Víctor en su experiencia personal, de la cual ahora piensa nada más y nada menos, que a una empresa debería asignársele el 50% de todo lo que ingrese producto de las ventas. Lo cual para la cultura en que nos encontramos quizá suene a quimera, no obstante, es el camino por el cual sugiero, busques andar y si no te animas a un porcentaje de esa magnitud, por diversos motivos, pues asigna lo que estimes conveniente que desde ya será un gran inicio, en una sociedad en la cual aún nos cuesta desprendernos de nuestros egoísmos personales para pasar a pensar en el beneficio comunitario institucional que podemos generar a través de nuestras empresas.