Sin duda la toma de decisiones es un tema central en un emprendimiento, ya que constituye el motor de cualquier negocio; este proceso de toma de decisiones a veces no es visible, y pasa inadvertido por quienes intervienen en el transcurso.
Es por ello que hoy quiero invitarte a que le demos un espacio a este tema, reflexionemos juntos sobre ello y evaluemos el impacto que tiene en nuestros negocios. Entonces empecemos por sugerir: ¿Qué es la toma de decisiones?, yo plantearía que la toma de decisiones en esencia es un proceso a través del cual vamos a elegir entre una, dos o más alternativas o caminos a seguir sobre lo que viene ocurriendo en la gestión de la empresa; sin embargo, para llegar al punto de la decisión propiamente dicha, no es algo que sucede por defecto o de la noche a la mañana, sino que previo a ello debemos pasar justamente por una etapa en la cual evaluamos, nos informamos, comparamos o quizá incluso consultamos con nuestra intuición, antes de decir: “VA o NO VA” y de la forma X, Y, Z.
Entonces el primer rescate sobre el proceso de toma de decisiones sería la importancia que tiene en las empresas que los tomadores de decisiones o gestores, se encuentren informados sobre lo que van a decidir, cuenten con experiencia, y en esta misma línea escuchen a sus colaboradores quienes cuentan con información privilegiada sobre lo que ocurre en las áreas o encargos que realizan cada uno.
Y desde otra perspectiva relacionada con la información, Fernando Flores nos dice que para poder aplicar la capacidad de acción primero hay que tener información, cuanta más información haya, de mayor calidad serán las decisiones, entonces trabajar con gente a la que no le informamos y no le mostramos el mundo dentro del cual están, o no les mostramos el mundo al cual queremos ir, se hace imposible y sobre todo que no podremos ejercer poder, ni podremos decirle a la gente que se muestre como poderosa, menos se constituirá como un tomador de decisiones, no hay un solo ser poderoso, si el director es único poderoso y está rodeado de imbéciles, en ese caso sobran todos los imbéciles y que él trabaje solo.
Y en este contexto, me gustaría compartirte algo de mi experiencia sobre el tema; A menudo muchos emprendimientos comienzan con tres o cuatro personas dentro de la gestión, siendo algunos de ellos socios o dueños del negocio, y como todo es de buena intención y con mucho optimismo, suele ser invisible que existe la necesidad de designar entre todos a una persona de confianza que se encargue de la gestión y toma de decisiones diaria del negocio; entonces lo que pasa es que se forma una especie de colegiado para la toma de decisiones, lo que genera que no suceda nada mientras no exista la aprobación de todo el colegiado o comité (2, 3 o más) a quienes se sujeta la toma de decisiones, produciendo esto un bloqueo en el flujo de las decisiones y por ende en el motor del negocio que son las acciones que a diario se tienen que realizar.
Para que no te pase esto y no encuentres entrampado el progreso de tu negocio, revisa con cuidado en tu empresa quien es el tomador de decisiones, ¿eres tú?, ¿Las decisiones fluyen?, ¿Sólo dependen de ti?, ¿Cuánto es el tiempo que les toma decidir?, ¿Cuentas con una persona a cargo de la gestión que sea de confianza y por ende cuente con poder para la toma de decisiones?; si aún no lo has hecho es importante que converses con quienes te acompañan en la empresa y definan quien es la persona que estará a cargo de la gestión y tendrá el poder de tomar decisiones. Hazlo y verás cómo esto influye en el motor de tu negocio que es ¡LA TOMA DE DECISIONES!.
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